El Ferrari Rojo

Ferrari Rojo 1

Para los antiguos egipcios, uno moría dos veces, la primera vez cuando el alma abandonaba el cuerpo y la segunda vez cuando su nombre nunca más era pronunciado.

Era una tarde calurosa del año 1996, en el mes noviembre en la ciudad de Caracas. Yo viajaba con un ramo de flores en mis brazos y mi pecho latía con un ritmo como nunca, ese día conocería a mi primer descendiente, mi hija Rosana.

El Ferrari Rojo

Deja un comentario