Introducción

María es una joven Caraqueña, que solo ha conocido un solo tipo de gobierno y prácticamente dos gobernantes en Venezuela. Las únicas referencias de otro país las ha recibido de su familia la cual como muchas en Venezuela, está dividida en pro y contra chavismo (El cual ha regido al país por casi 20 años). En los últimos años la diáspora de venezolanos ha comenzado a ser notable entre sus amigos.

Es difícil entender el sentimiento de los que se quedan y los que se van de su país. Quizás, solo los extranjeros lo podemos entender.

Permitan me mostrarle la realidad de quien vive allá, sin otra pretensión.

María, me ha permitido subir en este blog su visión, y si alguien más lo quiere hacer, por favor no duden en pedirlo, que yo igual estoy encantado con la idea de poder compartir mis experiencias con otras generaciones.

El cuento corto de María

8:30 p.m., apenas estaba abriendo los ojos de una corta siesta que deseé que durara un poco más, cuando el silencio es interrumpido en el edificio de al lado por una pareja:

– «¡NOS VAMOS A CHILE!» «¡SÍ, EL 29!».

Sus voces emanaban felicidad y emoción, parecía el tipo de reacción que se tiene cuando ganas la lotería, cuando el amor de tu vida acepta casarse contigo, cuando tu equipo favorito obtiene un nuevo punto a su favor, no cuando vas a dejar a tú patria, familia y una vida arrebatada.
¿Qué se supone qué haga con esta información? Una situación ajena que al mismo tiempo tenía tanta relación con mi existencia. Intenté despejar mi mente, seguí estudiando, revisé el celular, vi un capítulo de mi serie favorita (aprovechando que tenía internet), pero las voces de esa pareja seguía retumbando en mi mente, no podía concentrarme, incluso intenté escuchar música con el volumen muy alto, pero todo intento fue fallido. Pensé que tal vez se iría si lo pasaba a escrito, pero seguía ahí, entonces caí en cuenta de que se quedaría conmigo por siempre.
Mi padre siempre dice que en cualquier momento las cosas mejorarán, que el cambio está cerca y lo dice con seguridad, pero esta noche me pregunto si al final también terminaré gritando en cualquier momento que voy a partir.