Tiempo Corto

TiempoCorto2

Hay tanto que decir y tan poco tiempo para hacerlo, por donde se empieza una historia, que la hace salir del fondo de la memoria o de los sentimientos.

Cada minuto que se nos va y no volverá, es un momento perdido para decir: te amo o para pedir perdón.

Es el miedo, la cobardía, todos esos sentimientos negativos los que me detienen a no decir cuan feliz soy de ser tu amor, tu hijo, tu padre, tu hermano, tu amigo, tu amante…

No se siquiera por dónde empezar, no se siquiera si lo quieres oír o si te interesa saber cómo te pienso ni como me siento frente a ti.

Y que haré cuando no estés o cuando parta sin haberme despedido sin haber soltado todo esto que llevo dentro. No quisiera estar frente a una piedra hablando ni dejarte la idea que me falto algo que decirte.

Todos somos hijos del mismo polvo de estrella, todos tenemos algo en común y aun así, estoy frente a mi ventana viéndote pasar y sin pedirte que te pares a beber algo conmigo mientras me conforto con tu compañía.

Nada es especial entre nosotros, y todo lo es…

Te amo desde que me llevabas en tu regazo, desde que me protegías y consolabas de mis miedos, desde que vi mi rostro en tus pequeños ojos, desde que me mirabas sin juzgarme desde que mi cuerpo yacía contigo.

Nos quedan pocos minutos y no quiero que partamos sin saber que nos amamos y que nunca hubo algo que perdonar.

Te hablo a ti mientras miro mi reflejo en la ventana, quiero que sepas que siempre te he amado, mucho antes de conocerte, mucho antes de ser tu hijo, tu padre, tu hermano, tu amigo, tu amante…