
Desde que el grupo de mi promoción de secundaria había abierto un grupo en WhatsApp, cada mañana tenía una nueva rutina, mientras la cuarentena, producto del covid-19 me tenia atrapado en casa. Esta nueva rutina consistía en leer los mas de 300 mensajes sin leer que se habían producido el día anterior entre mis excompañeros. Y lo segundo era tomarme un café virtual con una de mis excompañeras, Josefa.
Ambos habíamos hecho buenas migas desde un comentario mío en Facebook sobre su escrito cuando el turno de partir de Venezuela le había llegado a sus hijos.
Ella siempre madrugaba para tenerme un café bien servido al momento en que yo comenzaba mi rutina de trabajo desde mi casa.
Una mañana me levanté y le escribí:
Permite hoy prepárate el café, para ello vamos a necesitar que sigas mis instrucciones. Lo primero es asumir que tenemos una taza de porcelana de tamaño medio, una maquina italiana para preparar café expreso, el grano de café que más le apetezca que bien puede ser uno venezolano cosechado en las tierras cercanas a Flor de Patria, mejor si está recién tostado. Si te gusta le podemos poner leche, la cual debe ser batida al punto de haber producido una espuma como si se tratase de copos de nubes, y eso sí, nada de azúcar, una buena experiencia con el café no necesita de azúcar.

Lo primero es poner agua caliente en la taza, mientas molemos los granos de café y los llevamos a la maquina expreso. Cuando la máquina está lista en temperatura y presión, se debe tomar la taza y raudamente la vaciamos, secamos y la ponemos en la maquina de café, esto debe ser hecho de tal manera que la taza no pierda su temperatura, así cuando el chorro de café salga de la máquina, el café no degradara su sabor. El tipo de café que te voy a preparar es equivalente a dos cafés expresos.
Con el café en la taza le ponemos la leche con su espuma, no mucha eso sí, la idea es la de un cortado español, o un macchiato italiano.

Ahora viene la búsqueda del momentum. Siéntate en la terraza, balcón o en cualquier lugar donde puedas ver el amanecer. Espera a que el dios Ra, emerja triunfante desde el horizonte luego de haber vencido a la serpiente Apep; y si el horizonte está teñido de rojo significará que la serpiente ha sido herida en la batalla y esto presagia un gran día.

Entonces sin dejar que el café pierda mucha temperatura, solo toma un sorbo de este elixir. Su calor y sabor amargo te subirá a la cabeza, haciendo que cada neurona estalle en un frenesí momentáneo que seré transmito a todo tu cuerpo haciendo que cada musculo se ponga tenso, esto es similar a un orgasmo sexual que según algunas historias cuentan que aún hoy hay personas que practican este ancestral saber para conectarse con su dios o el mismo universo.
Luego que tu cuerpo, alma y mente se hayan alineado en un placebo descanso, pon debajo de tu lengua un trozo de chocolate, hecho con cacao de Chuao si te apetece, pero este debe tener no menos de 50% de cacao, lo contrario significaría una cantidad de azúcar innecesaria. Recuerda 50% y no mas de 70% sino sería demasiado amargo su sabor. Así, con el chocolate debajo de la lengua, toma tu segundo sorbo y deja que este bálsamo relaje tu paladar y el resto de tu ser.
Deja ahora que tu mente te lleve a tus mas caros recuerdos, esos que solo se comparan con este café. Déjate llevar a ese momento después de haber sido amada o luego de ese doloroso parto que dio vida a uno de tus hijos.
Ya ves, el café es como todos los gratos momentos de la vida, es un sorbo corto de dicha, que produce el dolor del amor.
La primera vez que le serví café a mi esposa ella tras el primer sorbo gimió de placer mientras repetía como un mantra:
- Aaaaa, negro y fuerte, como a mí me gusta…..

